La caravaca es un snack natural procedente de la ternera que ha sido deshidratado a baja temperatura.
Como su propio nombre indica, se trata de la cara de la vaca.
Es un snack increíblemente apetitoso para ellos por el alto contenido de carne adherida, esto también consigue que sea un snack oloroso (para nosotros), pero eso ya sabéis que suele ser sello de garantía que les va a gustar.
Para su elaboración ha sido secada y horneada, sin ningún tipo de añadido.
Es un snack de dureza alta, así que no será apto para todos los perros y tenemos que controlar su posible frustración.
SEIS TIPOS
Tenéis la caravaca normal, la de toda la vida, que tiene dos tamaños diferentes y es alargada. Por otro lado, está la caravaca con forma cuadrada y, por último, la caravaca light, más bajita en grasas, ideales para perros sensibles del estómago.
Tamaño Caravaca normal:
- 15cm (100g) – 1 a 4 piezas
- 30cm (200g) – 1 o 2 piezas
Análisis nutricional: proteína 85,4%, grasa bruta 3,5%, ceniza bruta 3,5%
Tamaño caravaca cuadrada:
200g, depende del trozo entran 2 o más piezas. Cada una, mide entre 15 y 20cm.
Análisis nutricional: proteína cruda 80,1%, grasa 6,2%, ceniza 4,3%
Tamaño caravaca light:
100g de tiras de aprox 15cm (entran 1 a 3 tiras)
Análisis nutricional: proteína 79,1%, grasa bruta 7,5%, ceniza bruta 4,3%
Caravaca roll:
Es la caravaca pero en versión enrollada (por tanto más dura y complicada). Tiene algo de pelito natural en el interior (fibra natural para ellos y sobre ¡todo muy apetitosa!). Se vende a la unidad. Mide unos 18cm aprox de largo.
Análisis nutricional: proteína bruta 58,1%, grasa bruta 15,4%, humedad 8,6%.
Hamburguesa de caravaca:
Tiene forma de hamburguesa, circular. Es durita y tiene un tamaño de 8-10cm aprox de diámetro.
IMPORTANTE: Recomendamos siempre dar todos los snacks bajo supervisión
Conservación: para garantizar frescura y sabor, los snacks naturales deshidratados deberán guardarse en envases herméticos bien cerrados, preferiblemente de vidrio aunque también podemos emplear el plástico u otro material. Los dejaremos en lugares frescos y secos, sin humedad ni altas temperaturas. Podríamos meterlos en la nevera o incluso congelarlos si vamos a tardar en consumirlos.